La hormiga pensante (4)

De inversiones extrañas y caminos

A cualquier cosa a la que le dediquemos cierta parte de nuestro tiempo y nuestra atención, cuesta decirle adiós. Sucede con los estudios, un trabajo o una relación.

Porque sabes que conseguir algo necesitará tiempo, y echarle muchas ganas.

Cuando empiezas un trabajo, andarás perdido al principio, hasta que pilles el truco de cada tarea a desempeñar y el funcionamiento general de la empresa.

Lo mismo con los estudios. Requiere dedicar horas de lectura, memorizar, ser constante, entregar proyectos, presentar trabajos.

No es distinto con las relaciones. Pones tu cariño y esfuerzo en que salga bien, en cuidar a la otra persona y en construir algo bueno juntos.

En definitiva, cuando te decantas por algo concreto en la vida, después de lo que te ha costado, ponerle un punto y final se interpreta como fracaso, eres el perdedor que tira la toalla.

Pero algo no encaja. Tantas veces he escuchado:

«Ya llevo 6 años en esta empresa…».
«7 años con ella…».
«Me llevó 10 años acabar la carrera…».

«…Como para echarlo por la borda ahora».

¿De qué hablan? Esto no es como poner dinero en algo a largo plazo. Quien dice eso, como atado a sus circunstancias actuales, no entiende la vida y sus vueltas.

Lo entiendo. Cuesta tanto esfuerzo lograr esos estudios, ese trabajo o esa pareja, que, si se da el caso, darte cuenta de que eso no te hace feliz, es frustrante y desolador. Y acabas repitiéndote, imponiéndote, que DEBES seguir. Pero, ¿quién dicta ese deber realmente? Es tu voz interior diciéndote que si lo dejas ahora, entonces malgastaste tu tiempo en algo que, SORPRESA, no te llena.

Como quien, a base de irle echando espinas y rosas a una máquina mágica, espera que ésta, por el esfuerzo y el dolor de las heridas, le entregue a cambio paz y estabilidad algún día.

Pero no es así. No tienes porqué acostumbrarte a las espinas. Ni dedicarte a algo simplemente porque estudiaste para ello, ni siquiera acabar tus estudios si no son lo que esperabas. Ni permanecer en un trabajo si lo aborreces y, si entiendes una relación como una inversión, puede que descubras que la magia no estaba en hacerlo eterno, sino en disfrutar los momentos que quisieron compartir.

Hago un símil entre todo esto porque siento que es lo mismo. Cada experiencia es parte del proceso de la vida, puro aprendizaje. Acepta que vivir implica cambios constantes. Cuando pones tu dedicación y atención en algo concreto, inviertes lo más valioso que tienes, tu tiempo y tus ganas. Pero eso no significa necesariamente que lo que sea que consigas con ello traiga un estado perpetuo. Al contrario. Porque todo cambia, como decía Mercedes.

Así que no es tiempo mal empleado. Cada paso te enseña cosas para seguir andando, y uno debe andar hacia SU camino. Aquel que hondamente decida que es el mejor en cada momento. Y cada paso que sea uno más, no el definitivo, para no confundir nuestra dedicación con inversión, porque todo lo vivido son solo etapas.

De verdad, no te sientas estafado si después de todo lo que luchaste no obtuviste nada. Si la máquina a la que tantas espinas con rosas añadiste solo te devuelve fotos viejas y recuerdos. Porque de eso se trató siempre. De disfrutar el camino, no de amarras ni obligaciones.

Todas esas presiones autoimpuestas por ser coherentes con «la inversión hecha» solo hacen que haya tanta gente por el mundo haciendo algo que no les apasiona ni un poquito, paseando con personas a las que no aman, o deseando que, una vez más, llegue el viernes.

Me cuenta un compañero que siente que está «stuck in a rut». Es decir, atascado en un estilo de vida monótono y aburrido. La hipoteca, los niños, que ya no puede cambiar tan fácilmente de trabajo a sus 54. Pero tú sí puedes, me ha dicho.

Tú sí puedes.


_Llaysha_

37 comentarios en “La hormiga pensante (4)

  1. Bravo Yai. Muy sabias tus reflexiones y sorprendido por tu madurez desde esa insultante juventud que te permite estar «en todo»
    Efectivamente, la vida es un viaje y cada meta es una nueva ocasión para iniciar un nuevo camino. Algunos, que años ha, nos dedicamos a la docencia, tuvimos problemas por tratar de enseñar a desaprender y a sacar lo que cada cual lleva dentro. Es mi opinión, pero no concibo vivir sin disfrutar de cada aprendizaje o experiencia -que viene a ser lo mismo-

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    • ¡Hola, “pazlabrasdeluz”! Mil gracias por escribirme, y por apreciar mis reflexiones. Compartimos el mismo punto de vista, aunque a veces cueste ver el aprendizaje que se esconde después de cada tropiezo, solo son más escalones que subimos en nuestra experiencia vital. Un abrazo enorme y gracias de nuevo por pasarte a leerme. ☘️

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  2. Supongo que esta es la entrada que me comentaste que escribirías a colación de la que escribí yo 😛
    Tienes toda la razón, y ojalá de vez en cuando hiciéramos un alto en el camino para pensar qué estamos haciendo con nuestra vida. Otro gallo habría cantado si hubiera dejado mi carrera en el momento en que me percaté de que no me hacía feliz. Ayer justamente lo hablaba con mi hermano, en esas conversaciones largas e intensas que sólo se pueden tener cuando hay confianza. Hablamos de trabajo, estudios, chicas, viajes… y me dijo que aprovechara que aún soy joven para vivir las experiencias que dentro de unos años ya no podré vivir. Las cosas hay que experimentarlas en su momento, para que luego su llegada no te pille desprevenido. No cometas los mismos errores que yo, me pidió. Así que puede que este año se avecinen algunos cambios 🙂
    Un abrazo.

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    • Muy bien, Pablo, querido lector atento. Exacto, es que tu entrada del no vivir para trabajar me reaviva la idea, aunque en mi día a día tampoco me faltan estímulos para tenerlo presente. Dedicar tanto tiempo a algo que no me llena no merece la pena. Precisamente por eso que dices, se nos va la vida sin hacer un stop y realmente pensar: «Esto es lo que quiero», o todo lo contrario. En fin, me encanta que compartamos puntos de vista, y más aún que coincidamos. A por cambios, claro que sí. Un abrazo, Pablo y gracias por pasarte y escribir 😉🍀.

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    • El miedo a lo nuevo, a la incertidumbre, siempre presente, pero mejor vivir sin miedo, que aparte de una canción de Rosana, es buen lema de vida. Sé que es duro, en ello ando yo también aprendiendo de Rosana 😉. Un abrazo, gracias por escribirme, y disculpa, no sé cómo se me pasó responderte. 🍀

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  3. Estimada hormiguita pensante,

    Hace como un mes que no publicas nada y, dados los fenómenos que ocasionalmente suceden por estos lares, me preguntaba si ya te habrías cansado de escribir aquí, lo cual me resultaría del todo inaceptable, puesto que ya me había acostumbrado a leerte con cierta frecuencia.

    Un abrazo.

    P.D.1: Sé que me lees en la sombra.

    P.D.2: ¿Has estado en Malta? Lo pregunto porque no sigo ni me sigue nadie de allí, y dudo mucho que alguien de Malta (no me viene ahora a la cabeza el gentilicio pertinente y no estoy seguro de que sea «maltés»), me haya encontrado por casualidad a través de los motores de búsqueda del amigo Google 😛

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    • Estimado lector paciente,

      Los caminos de la vida, y la vagancia misma me han impedido publicar (que no escribir, ya sabes, tirando de bloc de notas). Pero te anuncio que en un espacio de tiempo breve (definamos breve como tiempo menor a otro mes más) publicaré algo, quizás siga con el cuaderno de bitácora, una reflexión o una historia. No te doy más pistas, porque ni yo lo sé.

      PD1. Por supuesto, te leo hasta de vacaciones en Malta 😋.

      PD2. Se dice Maltesers, sin duda.

      * Flipando me quedo con el seguimiento a mis lecturas, pero está compensado por este comentario con tan buen rollo que me has dejado 😉. Un abrazo de vuelta, Pablo.

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  4. Con 13-14 años leí en la pared de un bar » Se diferente para ser imprescindible». Desde entonces ha sido mi lema, quiero q en su día sea mi epitafio, e incluso me lo tatué para tapar una desagradable cicatriz dejando atrás y superando lo viejo.
    Es muy difícil salir de la zona de confort, diría q sólo los valientes se atreven, pero a veces ni los valientes se atreven porque les asusta la soledad.
    De momento me gusta lo que te he leído. Te sigo a ver que más cuentas 😉
    Buen día noche o lo q sea cuando leas el comentario.Áng

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    • Buenos días, «SALBI», (no sé cuál es tu nombre para dirigirme a ti jej).
      Sí que es difícil, más por nuestras limitaciones mentales que reales. Hay que ser valiente en muchos sentidos para poner un pie fuera del círculo de confort, pero una vez que se sale, creo que la vuelta a él no será tan fácil. Muchas gracias por escribirme, nos leemos, claro 😊.

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      • Me llamo Ángela(Angelita para los amigos 😜).
        Soy de pensar q visa solo hay una, y q buscar la comodidad de la seguridad es un error,porque todo puede cambiar en un segundo
        Pensar así a veces me ha traído problemas y a veces alegrías
        Es un equilibrio con el que lujo cada día para q se mantenga
        😁
        Que tengas un gran día

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  5. ¡Enhorabuena, escribes muy bien!.

    Yo pienso que si esperas a encontrar un camino que ya esté trazado, no podrás llegar a la meta nunca.
    Creo que cada uno debe ir abriendo su propio camino con sus acciones, acertando y equivocándose. La meta puede ser muy satisfactoria, pero muchas veces aún lo es más el camino y todo lo experimentado y aprendido mientras se recorre.
    Fito (de Fito & Fitipaldis) en una canción dice una frase que me gusta mucho: «Lo que me llevará al final serán mis pasos, no el camino».

    Un saludo
    Guille

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