Entra a la cafetería de la esquina a las 7:30, como de costumbre. Es el local de todas las mañanas, el más cercano a la oficina, desde hace veinte años. Saluda a Paco, el dueño, que está poniendo la cafetera, y se sienta en la mesita de siempre, al fondo, junto a la ventana. Cinco minutos después, ya dando sorbos al café solo, se encuentra ojeando el periódico del día.
En la portada del noticiero se refleja la decisión de exhumación del dictador aprobada en el Congreso, con la abstención de los dos partidos de derechas principales en el panorama político actual. A pie de página, detalles sobre un huracán devastador que se espera que llegue a la costa, de forma inminente, inundando las ciudades del sur del país.
Lee sin mucho interés algunos titulares sobre la situación política y económica del país. Alza la vista. Un señor de unos cincuenta bebe, con la mirada fija en el mostrador, un café muy lentamente en la barra. Una mujer de pelo corto, acompañada por la que parece ser su hija, de unos diez años, habla con aire preocupado con Paco, quien se halla ahora secando unos vasos. Todo el mundo parece hablar del tiempo cambiante. Mira por la ventana. Ha empezado a levantarse algo de viento en la calle, haciendo volar las hojas secas de los árboles de la plaza contigua al bar. Se queda absorto viendo las espirales que se van formando de hojas marrones y amarillas. Más allá, el revuelo de la gente que se apresura para llegar a sus trabajos, buscando guarecerse del viento.
Vuelve a dirigir la mirada hacia el interior del local. Ya solo queda el dueño, el señor de la barra, y su interminable café.
Prosigue la lectura. Pasa las páginas hasta llegar a la sección de sucesos. Se detiene a leer un titular.
La autora de «Cómo matar a su marido», acusada de matar a su marido.
Detenida por el asesinato de su esposo una novelista de suspense romántico, que escribió una entrada de un blog extrañamente premonitoria.
Lee rápidamente la noticia en busca de detalles. La esposa de un abogado muy notorio de la capital es la única acusada del homicidio. Cierra el diario, da un sorbo rápido a su café y marca un número de teléfono en su móvil. Se oye el pitido propio del buzón de voz. Deja un breve mensaje.
— Juan, es Ana. La han cogido. Llámame en cuanto escuches esto.
Se levanta y se dirige a la barra para pagar. Deja unas monedas de más de propina y se despide escuetamente de Paco.
Al parecer, el temporal va a comenzar antes de lo esperado. Y él se encuentra justo en el centro del huracán.
No comprendo el recado. Leeré de nuevo
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Buenas, Rubén. No te preocupes, que es normal que no lo entiendas. Dejé cabos sueltos en este relato. Hice mención a una noticia real sobre una novelista que dejó un post en un blog al parecer demasiado obvio sobre su implicación en el asesinato de su marido.
Pero… Y si no fue ella? Puede que tuviera ayuda, o pudo ser su amante…
PD. No todo lo que se escribe en un blog está directamente relacionado con hechos reales y tangibles. Eso es lo que quería decir, jejeje.
Gracias por leer 🍀😉.
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La verdad es que yo tampoco termino de pillarlo…
P.D. He echado en falta tus entradas estos días.
Un abrazo.
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Hola, Pablo. Yo también he echado de menos leer y escribir, pero bueno, voy apareciendo a ratos.
PD. Voy atrasada con tus últimas entradas. Son cosas mías o lees muy rápido tú? Creo que tengo unas cuantas reseñas por leer, me pongo al día contigo estos días ☺️🍀. Un abrazo.
PD2. Explicación de este embrollo en el otro comentario jejeje. Gracias por leer siempre 😊.
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Leo rápido, es cierto. De normal, los libros comprendidos entre doscientas a cuatrocientas páginas me duran una semana o menos. Pero algunas reseñas que publico ya las tenía escritas desde hace meses 😛
Ya he leído la explicación en la respuesta a Rubén y ahora cuadra todo 🙂
Un abrazo.
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Ahhh, vale. Pues yo voy renqueando con la lectura de algunos libros pendientes. Nada, que no te supero este año… (A final de año te cuento el recuento 🙂).
PD. No lo puedo dar todo masticado 😜. Tengo que dejar huecos para la imaginación jeje.
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Yo llevo desde agosto sin leer nada. Todas las reseñas que publique de aquí a cuatro semanas ya las tengo escritas, aunque para este año (que para mí empieza en septiembre) tengo seis libros pendientes de leer, más lo que surja 😀
P.D. Haces bien. Si es muy fácil, pierde misterio.
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Humm… hummm… me estaba gustando el desarrollo de la historia pero luego eso de mezclar la noticia real, que ya conocía, y llevarla a personajes españoles, y dejar la puerta abierta con una escueta frase en la llamada… Pediría como compensación una segunda parte de la historia, sino tendría que declararlo como tongo literario. 😀
Que me ha gustado Yai. 🙂
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Cóctel fantasy-reality, mi especialidad. Puede que caiga la segunda parte.
Me alegra que así sea, Burdon 😉 🍀.
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Una historia interesante, con múltiples posibles finales, que da para un buen relato pero si… yo también creo que necesita una segunda parte para que veamos por cuál de ellos te decantas… jejeje 😉
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Gracias, Ote (cuánto tiempo sin saber de ti). Así es, dejé abierto el final. Parece que tendrá que caer una segunda parte 😏. Un abrazote 🍀.
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¡Me encanta! ¡Eres muy buena!
Es genial cómo has transformado un relato costumbrista exquisito en uno de suspense en segundos.
Nos transportas a ese bar donde, aparentemente, no pasaba nada fuera de lo cotidiano y, cuando menos a la defensiva podemos estar, conviertes una noticia real en una historia tuya.
Lo haces en nuestra cara, con tal descaro que no se te ve venir…
Muy bueno. Te aplaudo
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Mil gracias, Nati 😄. Qué alegría me dio leer tu comentario. Así da gusto inventarse media historieta, jejej. Un abrazo, Nati y de nuevo, gracias 😊.
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¡Enhorabuena!
Si bien tu relato es perfecto como está, no me importaría leer (si la escribieras) una segunda parte…
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Al final, tendrá que caer por votación popular, jejeje 😉.
Gracias, Carlos. Es un gusto ver que me leen y me escriben con tanto buen rollo. Un abrazo.
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Que esta mujer no escriba nada del fin del mundo…porfa😂😂😂
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Me encantó
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Me alegra, muchas gracias 😊. Un abrazo.
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