De medias, lazos y redes

Hace poco escuchaba que somos la media de las 5 personas que se encuentran en nuestro círculo más cercano.

Aprovechando mi escapada a Madrid, he trasladado esta afirmación a una persona de las que considero que conforman mi media. Y lo comentábamos distendidamente, y en persona (qué gusto). Cada cual figurándose quiénes son sus 5 en cuestión. Somos la media de esos componentes en muchos aspectos. Tiene sentido. Nos relacionamos más con quienes tenemos similitudes y con quienes logramos conectar de alguna manera.

Al principio de la vida va uno un poco perdido, buscándose, y deseando, a su vez, encajar con los demás. Pero una vez pasas según qué edades e historias, te vas decantando por aquello con lo que te sientes a gusto y confías más en tu propia intuición. Elecciones naturales y obvias guiadas por «agustismo» (porque aunque a veces el masoquismo nos obnubile el cerebro, en principio, lo normal es que decidamos estar con quienes nos sentimos bien de verdad). Pues una vez creamos vínculos reales con ciertas personas, es un feedback en ambos sentidos. Indudablemente, nuestro entorno nos marca. Su influencia está presente, casi sin darnos cuenta. Ese pilar que forma tu media un día te habla de minimalismo, de espiritualidad, de un documental que vio, o no sé qué actividad Moreta, …

Y con eso metido en el subconsciente, tratando de identificar esas 5 personas clave de mi círculo, hice, sin quererlo yo, análisis de campo. Así me vi, en una cena con viejos amigos, y amigos de amigos, y algunos familiares, por festejar el cumpleaños (con cambio de década incluido) de la canaria más menuda del grupo (y la más bonita y salerosa también).

Y yo, que hacía tanto que no aparecía por la capital, agradecí enormemente la cálida bienvenida, la agradable compañía, y la buena conversación. Lo emotivo del momento y estar rodeado de tanto buen rollo junto no tiene precio. Pero, sobretodo, sentir tan fuerte todo el cariño que le tienen a alguien que uno quiere con toda el alma, te llega. Tanto fue así, que entendí que a mi querida sister le faltaran dedos para hacer las cuentas de sus 5 esenciales, por tantos que son y que están ahí por ella, algunos presentes en la cena y otros no, pero con lazos tan fuertemente unidos. Ahora imagino a mi hermana un poco Spiderwoman, lanzando hilos potentes, que si se dan buenas condiciones, son fuertes y duraderos. Brindo por ti, y por los lazos que eres capaz de crear.

Abrazo de 6 brazos. * Está visto que si no está Isabel Gemio de por medio, no se plasma tan bien una sorpresa. Aunque borrosa y todo, no deja de tener su encanto.

P.D. 1. A todo esto, lo de los lazos del título también viene porque (aquí los que me ven por instagram ya sabrán) mi hermana pedía una única cosa por su cumple. Solo quería a su hermana (o séase, a mí) con un lazo enorme en la cabeza *. Pues ahí me planté yo en su casa, con mi lazo rosa grandote.

Espero que te haya gustado la sorpresa, pelúa (aunque tú siempre lo sospechas todo, bandía).

P.D. 2. En relación a todos esos vínculos, las redes sociales, con sus más y sus menos, nos permiten, si no necesariamente conectar, ponernos en contacto con personas con inquietudes similares, y en ese camino personal he tenido el placer de conocer a Clara. Todo un gusto que la vida (ayudada por Steve Jobs y Marck Zukenberg, supongo) cruce caminos de gente así de guay. Aprovecho y doy las gracias (yo como quien ha ganado un Óscar, no paro) por los vínculos que me permite wordpress para encontrar tesoros internetiles como mis queridos Pablo, Coremi, o David.

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*Juro que no tengo fotos decentes con el lazo aquí mencionado 😛

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_Llaysha_